Jessika Grau y Brahma
Recuerdo cuando con la gente regresabamos de almorzar y nos dabamos unos minutos para ir a la bodega, con la inocente excusa de comprar alguito para la tarde, pero con los ojos todos libidinosos y la lengua a medio humedecer.
El motivo, Jessika Grau, la venezolana más preciosa que hayas visto jamás.
Como quisieramos que fuese tan paruana como su apellido.
La primera vez que la ví me queda anonadado e inclusive me tuvieron que pasar la voz para dar el paso. Pense inmeditamente que seria alguna chiclayana de aquellas preciosuras que existen en el norte de nuestro país. Pero era venezolana.
Al no ser chiclayana era la segunda opción, obviamante.
Su derrier te estremece el cuerpo como no tienes idea. Y empiezas en alucinar historias extrañas que logras tejer con imaginación y con lujuria, pero que luego de un sopapó te despiertan, y solo te queda volver a tu humilde realidad ;)
El motivo, Jessika Grau, la venezolana más preciosa que hayas visto jamás.
Como quisieramos que fuese tan paruana como su apellido.
La primera vez que la ví me queda anonadado e inclusive me tuvieron que pasar la voz para dar el paso. Pense inmeditamente que seria alguna chiclayana de aquellas preciosuras que existen en el norte de nuestro país. Pero era venezolana.
Al no ser chiclayana era la segunda opción, obviamante.
Su derrier te estremece el cuerpo como no tienes idea. Y empiezas en alucinar historias extrañas que logras tejer con imaginación y con lujuria, pero que luego de un sopapó te despiertan, y solo te queda volver a tu humilde realidad ;)
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